Certificados de eficiencia energética de ventanas: lo que conviene saber al comprar en España
· María Fernández · Normas y permisos · 11 min de lectura
A la hora de elegir ventanas, verá muchos etiquetados: CE, AENOR, Passivhaus, clase A++. Detrás de cada uno de ellos hay una característica específica que afecta al confort y a la factura de la luz. Descubramos qué certificados son realmente importantes, qué significan las misteriosas cifras del pasaporte técnico y cómo no pagar de más por características innecesarias en el clima español.
Marcado CE obligatorio: un mínimo básico
El marcado CE de las ventanas es como el carné de conducir. Sin él, las ventanas no pueden venderse en Europa. Pero el marcado CE en sí sólo indica que la ventana cumple los requisitos mínimos de seguridad y ha superado unas pruebas básicas.
Junto al marcado CE debe figurar un número de cuatro dígitos: el código de la organización que ha sometido a ensayo las ventanas. Por ejemplo, CE 0099 significa ensayado por el instituto alemán ift Rosenheim, CE 0432 por el español AENOR. Si no hay número o no se puede buscar en Google, se trata de una falsificación.
El marcado CE va acompañado de una declaración de conformidad con los resultados de los ensayos. En ella se especifican las características reales de la ventana: coeficiente de transmisión térmica, aislamiento acústico, resistencia a la carga del viento. El vendedor está obligado a facilitar esta declaración a la primera solicitud. Si se niega o la “pierde”, busque otro proveedor.
Punto importante: el marcado CE examina la ventana como un conjunto, no los componentes individuales. El perfil puede ser excelente, la unidad de acristalamiento energéticamente eficiente, pero si se han ensamblado incorrectamente, la ventana no pasará la certificación. Por lo tanto, es una mala idea comprar un perfil en un lugar, una unidad de acristalamiento en otro, y montarlo por un tercer artesano.
Etiqueta energética: como un frigorífico
A partir de 2021, las ventanas en España recibirán etiquetas energéticas similares a las de los frigoríficos. Las clases, de la A++ a la G, indican el grado de eficiencia energética de la ventana para un clima concreto.
La etiqueta se divide en dos partes: una clasificación de invierno y otra de verano. Una ventana puede tener una clasificación A para la eficiencia en invierno (retiene bien el calor) y una clasificación C para la eficiencia en verano (no protege bien del calor). Para Madrid, ambas calificaciones son importantes, para Málaga es más importante la calificación de verano y para las zonas montañosas es más importante la calificación de invierno.
La clase A significa que la ventana ahorrará un mínimo del 25% de energía en comparación con una ventana básica de clase D. La clase A+ supone un ahorro del 35% y la A++ más del 50%. La diferencia de precio entre la clase C y la A es del 15-20%, pero se amortiza en 3-4 años en las facturas de energía.
La etiqueta también muestra el coeficiente de transferencia de calor (valor U) en W/m²K. Para la clase A en el centro de España es de 1,8 W/m²K como máximo, y para la A+, de 1,4 W/m²K como máximo. Cuanto menor sea la cifra, mejor será el aislamiento.
La norma española AENOR es un sello de calidad
AENOR (Asociación Española de Normalización) emite certificados de calidad voluntarios. Tener la marca N de AENOR significa que las ventanas son revisadas periódicamente por inspectores independientes y cumplen las normas UNE españolas.
El certificado de AENOR comprueba no sólo la ventana en sí, sino también el proceso de producción. Los inspectores acuden a la fábrica sin previo aviso, toman muestras aleatorias, comprueban el equipamiento y la cualificación de los trabajadores. Esto garantiza la calidad constante de todo el lote, no sólo de la muestra de ensayo.
Para el clima español, el certificado AENOR de resistencia a los rayos UV es especialmente importante. El sol de Andalucía puede amarillear los plásticos blancos en 5 años si la composición no tiene los aditivos adecuados. AENOR prueba las ventanas en una cámara que simula 10 años de exposición al sol.
Las ventanas certificadas por AENOR cuestan entre un 10 y un 15% más, pero es un seguro contra problemas. Si una ventana con marca AENOR resulta defectuosa, la asociación ayuda con las reclamaciones y las indemnizaciones. Con ventanas chinas sin certificado, se quedará solo con el problema.
Clasificación por características técnicas
En el certificado técnico de la ventana se indican las clases según tres parámetros: permeabilidad al aire, estanqueidad al agua y resistencia al viento. Se escribe, por ejemplo, “Clase 4, 9A, C5”.
Permeabilidad al aire (clases 1-4, donde 4 es la estanqueidad máxima). La clase 4 significa que a través de una ventana cerrada pasan menos de 3 m³ de aire por hora y por m² con vientos fuertes. Para España, la clase 3 es suficiente, la clase 4 sólo es necesaria en lugares muy ventosos o edificios de gran altura.
Resistencia al agua (clases 1A-9A y E750-E1200). Indica a qué presión de lluvia permanece hermética la ventana. La clase 5A es suficiente para la mayor parte de España, pero para Galicia o el País Vasco, con sus tormentas atlánticas, es mejor la 7A o superior.
Carga del viento (clases C1-C5 para la deflexión y B1-B5 para la presión). La clase C3 puede soportar vientos de 120 km/h sin deformarse, suficiente para la mayoría de las regiones. En la costa, especialmente en los pisos superiores, se necesita C4 o C5.
Estas clases están interrelacionadas. No tiene sentido poner una ventana de clase 4 para la permeabilidad al aire, si es de clase 2A para la resistencia al agua: por los huecos que dejan pasar el agua, también pasará el aire.
Certificados acústicos: el silencio cuesta dinero
El aislamiento acústico de las ventanas se mide en decibelios (dB). Una ventana básica con una simple unidad de doble acristalamiento reduce el ruido entre 28 y 30 dB. Es suficiente para una calle tranquila, pero no para el centro de una ciudad.
El certificado de rendimiento acústico muestra un índice de Rw - reducción del ruido en condiciones de laboratorio, y Ctr - corrección para el ruido urbano (bajas frecuencias del tráfico). Aislamiento acústico real = Rw + Ctr. Por ejemplo, una ventana con Rw=35 dB y Ctr=-2 dB dará una protección real de 33 dB contra el ruido de la calle.
Un dormitorio situado junto a una carretera muy transitada necesita ventanas con un aislamiento mínimo de 35 dB, preferiblemente de 40 dB. Esto se consigue con un doble acristalamiento asimétrico (vidrio de distinto grosor), triplex o mayor distancia entre los cristales. La diferencia de precio es de 50-80 euros por m², la diferencia de confort es enorme.
La norma española DB-HR divide los edificios en categorías según el aislamiento acústico exigido. Si tu casa está en una “zona acústicamente contaminada” (niveles de ruido superiores a 65 dB durante el día), el constructor está obligado a instalar ventanas insonorizadas. Puedes comprobar el nivel de ruido de tu barrio en los mapas de ruido del ayuntamiento.
Certificados de seguridad: proteger a tu familia y tus bienes
Las ventanas antirrobo se clasifican según la norma EN 1627 de RC1 a RC6. Para las viviendas particulares, son pertinentes las clases RC2 y RC3.
RC2 - protección básica contra la rotura oportunista con medios improvisados (destornillador, alicates). La ventana debe resistir un mínimo de 3 minutos. Incluye herrajes reforzados, muñones en forma de seta, manilla con botón o llave. Suplemento al precio - 150-200 euros por ventana.
RC3 - protección contra robo preparado con palanca y herramientas profesionales. Mínimo 5 minutos de resistencia. Requiere cristal antivandálico P4A (triplex 8-10 mm), marco reforzado y herrajes especiales. El coste es 400-500 euros superior al de una ventana normal.
Se recomienda un mínimo de RC2 para ventanas de planta baja y primer piso de fácil acceso. Las compañías de seguros suelen conceder entre un 5 y un 10% de descuento en el seguro del hogar cuando se instalan ventanas antirrobo certificadas.
El vidrio de seguridad está etiquetado según la norma EN 12600: clase 1B1 para resistir un impacto de un cuerpo blando (humano) desde una altura de 1,2 m. Es obligatorio para ventanas francesas, puertas acristaladas y acristalamientos situados a menos de 80 cm del suelo. No cumplirla no sólo es peligroso, sino que puede acarrear problemas con la compañía de seguros en caso de lesiones.
Passivhaus - Precisión alemana para la casa pasiva
La certificación Passivhaus es el estándar más estricto de eficiencia energética. Las ventanas deben tener un valor U no superior a 0,8 W/m²K para toda la estructura, incluido el marco. Es decir, triple acristalamiento, un marco superaislado y una instalación perfecta.
En España, las ventanas Passivhaus son superfluas para la mayoría de los proyectos. Cuestan entre un 70% y un 100% más que las ventanas de eficiencia energética convencionales, son más pesadas (problemas de herrajes) y dejan pasar menos luz (tres cristales en vez de dos). La amortización en el clima español es de más de 20 años.
Las excepciones son las zonas montañosas con inviernos fríos y los proyectos de casas pasivas en los que las ventanas forman parte de un sistema completo. En una casa pasiva, las ventanas adecuadas funcionan junto con la ventilación recuperada, el superaislamiento de las paredes y la orientación a los lados del mundo.
Importante: Algunos vendedores afirman tener “perfil Passivhaus” o “acristalamiento Passivhaus”. Esto es marketing. El certificado Passivhaus sólo se expide para una ventana completa tras probar una combinación específica de marco, vidrio y herrajes.
Certificados de garantía - protección de la inversión
La garantía estándar de las ventanas en España es de 2 años por ley. Pero los fabricantes de calidad ofrecen garantías ampliadas con certificados:
- 10 años para el perfil contra decoloración y deformación
- 5 años para el cristal contra la despresurización
- 2-5 años para los herrajes sujetos a mantenimiento anual
- 5 años para la pintura de aluminio
El certificado de garantía debe indicar claramente lo que está cubierto y lo que no. Exclusiones típicas: daños por uso indebido, falta de mantenimiento, instalación por un instalador no autorizado. Conserve todos los documentos y recibos: sin ellos, la garantía no será válida.
El certificado de instalación de un instalador autorizado es otro documento importante. Confirma la correcta instalación y mantiene la garantía del fabricante. Ahorrarse 200-300 euros en “sus propios artesanos” puede suponer la pérdida de la garantía de las ventanas por 3000 euros.
Certificados medioambientales - cuidado del planeta
Los certificados medioambientales son cada vez más importantes a la hora de vender una propiedad y obtener una hipoteca ecológica con un tipo reducido.
Cradle to Cradle: evalúa el ciclo de vida completo de una ventana, desde su producción hasta su reciclado. Las ventanas de PVC con este certificado están fabricadas con plástico reciclado y pueden volver a reciclarse. Adición al precio - 5-10%, al valor de la casa en venta - hasta un 3%.
FSC o PEFC para ventanas de madera: garantía de silvicultura sostenible. Madera procedente de bosques certificados, donde cada árbol talado se sustituye por uno nuevo. Importante para los compradores concienciados con el medio ambiente.
Declaración medioambiental del producto (EPD): información completa sobre la huella de carbono de la ventana. Algunos fabricantes compensan las emisiones de CO2 durante la producción haciendo que las ventanas sean “neutras en carbono”. Hasta ahora se trata más bien de marketing, pero la tendencia va en aumento.
Cómo leer la ficha técnica de la ventana
La ficha técnica es el documento principal de la ventana. Debe contener:
- Coeficiente de transferencia de calor de la ventana (Uw) y, por separado, del vidrio (Ug) y del marco (Uf)
- Factor solar (g) - porcentaje de energía solar que atraviesa el vidrio
- Transmitancia luminosa (LT) - el porcentaje de luz visible
- Clases de permeabilidad al aire y al agua y resistencia al viento
- Aislamiento acústico en dB
- Dimensiones de la muestra de ensayo (las características cambian con el tamaño)
Consejos prácticos para elegir
**Una ventana de triple acristalamiento A++ en Valencia es como un abrigo de piel en África. Pagar de más un 40% por una mejora del rendimiento del 10% no está justificado económicamente.
**Si el vendedor le promete “traerlo más tarde” o le enseña una foto en su teléfono, busque otro. Los originales o copias compulsadas de todos los certificados deben estar disponibles inmediatamente.
Conserve todos los documentos. Los necesitará para las garantías, el seguro, la venta del piso y las ayudas a la eficiencia energética. Haz copias y guárdalas separadas de los originales.
Utilice los certificados cuando venda su vivienda. Las ventanas eficientes energéticamente documentadas aumentan la calificación de eficiencia energética de una vivienda y su valor entre un 2 y un 5%.
Los certificados adecuados no son burocracia, sino una garantía de que las ventanas funcionarán como prometen. En España, donde las ventanas duran entre 30 y 40 años, ahorrar en productos certificados supondrá pagar de más en la factura energética y sustituir las ventanas antes de tiempo.





